Alaska... hasta la fonética me resulta evocadora, un inmenso territorio que fue salvaje y todavía conserva una buena parte de su identidad.
Un vasto espacio de juego alpino que, aún hoy día me lo sigue pareciendo, se encuentra entre los territorios más exigentes y duros de la Tierra.
Mi fascinación por Alaska viene de lejos cuando, siendo un chaval de 10 o 12 años, cayeron en mis manos una tanda de pequeños relatos de un tal Jack London... un aventurero nacido en San Francisco en 1876; aquellas páginas narraban historias impensables... en lugares que yo no sabía existieran... luchas por sobrevivir en una naturaleza pura.
Su vida... aventurera, desordenada, repleta de excesos y alcohol... al más puro estilo americano de Scott Fitzgerald o Hemingway... le llevó en 1897 - año en que se descubrió oro en Alaska - hasta el Klondike; no encontró el preciado metal pero regresó repleto de vivencias que le forjarían como escritor... yo diría que como narrador supremo de los espacios abiertos.
Luego llegó Fred Bear, otro americano de raíces indias, nacido en Pennsylvania en 1902; un cazador con arco y flechas... que recorrió el Yukón y Canadá... narrando sus aventuras hasta incluso el "paso McGonagall", a los pies del McKinley.
Sí... éstos tipos fueron los culpables de mi deseo de conocer Alaska.
Un vasto espacio de juego alpino que, aún hoy día me lo sigue pareciendo, se encuentra entre los territorios más exigentes y duros de la Tierra.
Mi fascinación por Alaska viene de lejos cuando, siendo un chaval de 10 o 12 años, cayeron en mis manos una tanda de pequeños relatos de un tal Jack London... un aventurero nacido en San Francisco en 1876; aquellas páginas narraban historias impensables... en lugares que yo no sabía existieran... luchas por sobrevivir en una naturaleza pura.
Su vida... aventurera, desordenada, repleta de excesos y alcohol... al más puro estilo americano de Scott Fitzgerald o Hemingway... le llevó en 1897 - año en que se descubrió oro en Alaska - hasta el Klondike; no encontró el preciado metal pero regresó repleto de vivencias que le forjarían como escritor... yo diría que como narrador supremo de los espacios abiertos.
Luego llegó Fred Bear, otro americano de raíces indias, nacido en Pennsylvania en 1902; un cazador con arco y flechas... que recorrió el Yukón y Canadá... narrando sus aventuras hasta incluso el "paso McGonagall", a los pies del McKinley.
Sí... éstos tipos fueron los culpables de mi deseo de conocer Alaska.
Soledad es un buen adjetivo que define bien ésta tierra - siempre y cuando se elijan rutas fuera del circuito clásico -. Algo más de millón setecientos mil kilómetros cuadrados que los americanos de EEUU compraron a los rusos en 1867.
Pagaron por ella 7,2 millones de dólares de la época... y la compraron sin convencimiento... como adquirir un "apéndice" entre Rusia y Canadá... tierras inhóspitas y sin más valor que naturaleza en estado puro.
Sin embargo, en 1897, aparece la "fiebre del oro" en Alaska... y ya nada sería igual.
"The last frontier"... la última frontera, ya no solo estaría habitada por nativos inuit, al Norte y Oeste, indios en las zonas costeras del Sur... y una amalgama de rusos, canadienses, ingleses o franceses; aventureros natos dedicados a la caza.
Comienza la exploración del territorio y, por supuesto, ascender a la montaña más alta... el McKinley, un nombre que hoy en día sigue vigente... apellido de un senador llamado William McKinley que en 1896 tenía posibilidades de llegar a la presidencia de EEUU... y al Partido Republicano le venía bien publicidad hilada a las recientes tierras adquiridas.
A mi siempre me gustaron más, y me siguen gustando, los nombres que recibía ésa montaña por parte de los pobladores históricos de Alaska... nombre éste derivado del vocablo "alyeska".
Bolshaia Gora... de los rusos; Traleika... de los indios costeros; Denali - mi preferido - de los nativos del interior.
En cualquier caso la traducción es la misma... "el más grande".
El Denali es una enorme montaña... de modesta altitud comparada con los gigantes del Himalaya... 6.194m. situado en el paralelo 63... un lugar frío y alejado, al que solo se puede acceder a pie o en avioneta... bueno... en avioneta desde que el legendario piloto Don Sheldon, allá por 1954, aterrizara por primera vez en el glaciar de Kahiltna... un lugar de proporciones descomunales a los pies de la "familia Denali".
Las primeras exploraciones e intentos de alcanzar la cumbre salían de Fairbanks... una pequeña ciudad que acogía una población variopinta a la búsqueda de fortuna.
Por supuesto... al decir que salían de Fairbanks... entendemos que realmente salían a caballo, trineos de perros e incluso porteadores en algún caso; no en vano se hacía necesario atravesar la tundra antes de alcanzar las nieves y glaciares... más allá de 240km. de distancia.
Por ello las expediciones permanecían meses incomunicadas en un terreno hostil... donde todos iban armados, aprovechando para cazar en la tundra y mantenerse.
La considerada como primera gran expedición a Alaska fue dirigida, en 1897, por Luigi Amadeo de Saboya; se hizo acompañar de 4 guías europeos - curtidos en los Alpes - 10 porteadores y media docena de escaladores... incluyendo al fotógrafo, bien conocido en la época, Vittorio Sella.
Al igual que ocurriría años después... intentaron alcanzar el Denali por el Norte, el glaciar Muldrow... sin lograr su objetivo, pero modificaron el rumbo y ascendieron a otro "monstruo"... el Monte Saint Elías.
Durante el transcurso del año 1903... otras dos expediciones se cruzaron en el camino; una dirigida por James Wickerson y la otra por Federick A. Cook... ambas intentando encontrar un paso hacia el glaciar Muldrow... y ambas sin éxito.
En 1906 ocurrió un hecho que, durante décadas, mantuvo en vilo a la comunidad internacional... de nuevo F. A. Cook organizó una expedición cambiando el itinerario de acceso... por el glaciar Ruth.
Al regreso dijo haber alcanzado la cumbre y presentó unas fotografías... pocos le creyeron pero durante años la polémica se sirvió en bandeja de plata.
Lo cierto es que, esto se descubrió muchos años más tarde comparando fotografías de otras expediciones, sencillamente se hizo una foto en un pináculo de roca... muchas millas más abajo de la cima.
Por aquel entonces, un aventurero y buscador de oro descubrió un paso... la entrada al glaciar Muldrow, incluso se aventuro en solitario... buscando morrenas y arista rocosas... hasta el mismo glaciar.
Esto suponía un gran descubrimiento y desde entonces ése lugar lleva su nombre... "paso McGonagall (Charlie)".
En 1909 tuvo lugar un acontecimiento digno de película de aventuras.
Las noches invernales alaskeñas son eternas y las discusiones en las tabernas de Fairbanks eran constantes... sobre si Cook subió a la cumbre del Denali o no; en una de estas y con los ánimos elevados, seguramente por el alcohol que corría a partes iguales por mesas y venas... Bill McPhee, propietario del tugurio en cuestión, retó a un cliente en una apuesta atrevida... 5.000$ a quien alcanzara la cima del Denali antes del mes de julio de 1910.
Me hubiera gustado estar allí para ver el revuelo que se organizó... pero nací tarde.
Esa cantidad de dinero era importante para la época... y claro está... algunos recogieron el guante.
A principios de la primavera de 1910... tres hombres salieron de Fairbanks dispuestos a todo... Peter Anderson, Bill Taylor y el mismo Charlie McGonagall... un grupo de aventureros al más puro estilo alaskeño y a los que aún se denomina "Sourdough expedition"... podemos traducirlo como "la expedición de los cateadores o buscadores de vetas, los pioneros".
Tres meses más tarde, a pocos días de finalizar el plazo de la apuesta, regresan a Fairbanks... con la noticia de haber alcanzado la cumbre del Denali.
Su historia tiene luces y sombras... ésos rudos aventureros no llevaron cámara y no hay documentos... sin embargo, años más tarde se les reconoce haber alcanzado el pico Norte del Denali (5.940m.)... y separado del principal por el glaciar Harper... unos 4 o 5 km.
Un dato corrobora su historia... increíble pero cierta... transportan una rama de abeto ¡4 metros de longitud!... y McGonagall, que no llega a la cumbre, se encarga de afianzarla bien entre unas rocas que se encuentran en una arista antes de la planicie que lleva a la cima... apenas 200 metros.
Anderson y Taylor se encargan de pisar por primera vez la cumbre del Denali Norte.
Algunas décadas después, se fotografía desde la cima Sur principal y con teleobjetivo, el famoso "poste" de los "Sourdough".
La apuesta se queda en el aire... puesto que no alcanzaron la cumbre más alta... pero la historia se las trae.
En 1912... un grupo formado por Herschel Parker, Belmore Browne y Merl La Voy... se quedan a pocos metros de la cima Sur del Denali... atrapados por una tormenta furiosa.
Es la primera vez que se llega tan alto y con la cumbre a la vista... ya en terreno amable.
La conquista definitiva del Denali llega en 1913... un 7 de junio... Walter Harper, Hudson Stuck, Henry Karstens y Robert Tatum... coronan los 6.194m. del "más grande".
Ascienden por el glaciar Muldrow ¡con trineos tirados por perros!... hasta los 3.400m. ... increíble.
A partir de entonces se abre una nueva etapa en Alaska, sobretodo desde que el pequeño pueblo de Talkeetna, más cercano, se convierte en la puerta de entrada al interior de la cordillera... y los patines de la avioneta de Don Sheldon se deslizaran por los glaciares.
En 1951... Bradford Washburn, Hackett, Gale, Buchtel, Ambler, Griffiths, More y Bishop... realizan la que actualmente se considera la ruta normal del Denali... "West Buttress"... o espolón Oeste.
En 1961... se inauguró una de las rutas míticas... la "Cassin"... por Canali, Alippi, Perego, Airoldi, Zucchi y Cassin.
No podemos zanjar la historia de Alaska sin mencionar al resto de la "familia Denali".
El Monte Foraker o Sultana (5.304m.) - de nuevo nombre nativo - al que también denominan "Denali´s wife" o "mujer del Denali".
Fue ascendido por Charles Houston, T. Graham Brown y Cychele Waterston... el 6 de agosto de 1934... todavía en estilo "alaskeño" aunque algo más moderno... amerizando en un lago a 50km. del glaciar Herron.
El Monte Hunter o Begguya (4.257m.) - otra vez con los nombres - conocido como "Denali´s boy"... "chico del Denali".
Recibió visita por primera vez... el 4 de julio 1954... ya aterrizando en el glaciar Kahiltna... Fred Beckey, Henry Mehbohn y Heinrich Harrer ¡sí... sí... el austriaco de la cara norte del Eiger!, consiguen la que se considera primera ruta técnica en estilo alpino que se realizara en Alaska.
Y así fue como, de tanto leer y soñar mucho antes de iniciarme en la montaña, conseguí engañar... años después... a dos amigos para una expedición a Alaska... por supuesto en invierno.
La llamamos "Expedición Española Monte Hunter 82"... y nunca pudimos imaginar lo que nos ocurrió durante un mes de infernales tormentas.
Conocimos el frío que penetra y paraliza... -45º... y oímos hablar de -60º; nos enterramos en una cueva excavada en el glaciar de Kahiltna a 3 metros de la superficie... durante tantos días que ya no lo recuerdo; arrastramos al "hogar" a un americano con las piernas rotas y cuidamos de sus compañeros en estado lamentable; racionamos gasolina y comida... intentando ganar tiempo hasta que los Dioses abrieran los cielos y la avioneta con su fantástico ggggraaummmm... posara los patines en aquel inmenso inmaculado blanco.
También llegamos a la base del Hunter... y comprobamos las dimensiones de las avalanchas que enterraron nuestro depósito de material.
Os lo contaré en la segunda parte, pero mientras os dejo una foto del trío... al estilo Yosemite, pero cambiando protagonistas americanos por españolitos... y pared del Capitán por el Monte Hunter.
... folleto/proyecto de la expedición...
Bolshaia Gora... de los rusos; Traleika... de los indios costeros; Denali - mi preferido - de los nativos del interior.
En cualquier caso la traducción es la misma... "el más grande".
El Denali es una enorme montaña... de modesta altitud comparada con los gigantes del Himalaya... 6.194m. situado en el paralelo 63... un lugar frío y alejado, al que solo se puede acceder a pie o en avioneta... bueno... en avioneta desde que el legendario piloto Don Sheldon, allá por 1954, aterrizara por primera vez en el glaciar de Kahiltna... un lugar de proporciones descomunales a los pies de la "familia Denali".
Las primeras exploraciones e intentos de alcanzar la cumbre salían de Fairbanks... una pequeña ciudad que acogía una población variopinta a la búsqueda de fortuna.
Por supuesto... al decir que salían de Fairbanks... entendemos que realmente salían a caballo, trineos de perros e incluso porteadores en algún caso; no en vano se hacía necesario atravesar la tundra antes de alcanzar las nieves y glaciares... más allá de 240km. de distancia.
Por ello las expediciones permanecían meses incomunicadas en un terreno hostil... donde todos iban armados, aprovechando para cazar en la tundra y mantenerse.
La considerada como primera gran expedición a Alaska fue dirigida, en 1897, por Luigi Amadeo de Saboya; se hizo acompañar de 4 guías europeos - curtidos en los Alpes - 10 porteadores y media docena de escaladores... incluyendo al fotógrafo, bien conocido en la época, Vittorio Sella.
Al igual que ocurriría años después... intentaron alcanzar el Denali por el Norte, el glaciar Muldrow... sin lograr su objetivo, pero modificaron el rumbo y ascendieron a otro "monstruo"... el Monte Saint Elías.
Durante el transcurso del año 1903... otras dos expediciones se cruzaron en el camino; una dirigida por James Wickerson y la otra por Federick A. Cook... ambas intentando encontrar un paso hacia el glaciar Muldrow... y ambas sin éxito.
En 1906 ocurrió un hecho que, durante décadas, mantuvo en vilo a la comunidad internacional... de nuevo F. A. Cook organizó una expedición cambiando el itinerario de acceso... por el glaciar Ruth.
Al regreso dijo haber alcanzado la cumbre y presentó unas fotografías... pocos le creyeron pero durante años la polémica se sirvió en bandeja de plata.
Lo cierto es que, esto se descubrió muchos años más tarde comparando fotografías de otras expediciones, sencillamente se hizo una foto en un pináculo de roca... muchas millas más abajo de la cima.
Por aquel entonces, un aventurero y buscador de oro descubrió un paso... la entrada al glaciar Muldrow, incluso se aventuro en solitario... buscando morrenas y arista rocosas... hasta el mismo glaciar.
Esto suponía un gran descubrimiento y desde entonces ése lugar lleva su nombre... "paso McGonagall (Charlie)".
Las noches invernales alaskeñas son eternas y las discusiones en las tabernas de Fairbanks eran constantes... sobre si Cook subió a la cumbre del Denali o no; en una de estas y con los ánimos elevados, seguramente por el alcohol que corría a partes iguales por mesas y venas... Bill McPhee, propietario del tugurio en cuestión, retó a un cliente en una apuesta atrevida... 5.000$ a quien alcanzara la cima del Denali antes del mes de julio de 1910.
Me hubiera gustado estar allí para ver el revuelo que se organizó... pero nací tarde.
Esa cantidad de dinero era importante para la época... y claro está... algunos recogieron el guante.
A principios de la primavera de 1910... tres hombres salieron de Fairbanks dispuestos a todo... Peter Anderson, Bill Taylor y el mismo Charlie McGonagall... un grupo de aventureros al más puro estilo alaskeño y a los que aún se denomina "Sourdough expedition"... podemos traducirlo como "la expedición de los cateadores o buscadores de vetas, los pioneros".
Tres meses más tarde, a pocos días de finalizar el plazo de la apuesta, regresan a Fairbanks... con la noticia de haber alcanzado la cumbre del Denali.
Su historia tiene luces y sombras... ésos rudos aventureros no llevaron cámara y no hay documentos... sin embargo, años más tarde se les reconoce haber alcanzado el pico Norte del Denali (5.940m.)... y separado del principal por el glaciar Harper... unos 4 o 5 km.
Un dato corrobora su historia... increíble pero cierta... transportan una rama de abeto ¡4 metros de longitud!... y McGonagall, que no llega a la cumbre, se encarga de afianzarla bien entre unas rocas que se encuentran en una arista antes de la planicie que lleva a la cima... apenas 200 metros.
Anderson y Taylor se encargan de pisar por primera vez la cumbre del Denali Norte.
Algunas décadas después, se fotografía desde la cima Sur principal y con teleobjetivo, el famoso "poste" de los "Sourdough".
La apuesta se queda en el aire... puesto que no alcanzaron la cumbre más alta... pero la historia se las trae.
En 1912... un grupo formado por Herschel Parker, Belmore Browne y Merl La Voy... se quedan a pocos metros de la cima Sur del Denali... atrapados por una tormenta furiosa.
Es la primera vez que se llega tan alto y con la cumbre a la vista... ya en terreno amable.
La conquista definitiva del Denali llega en 1913... un 7 de junio... Walter Harper, Hudson Stuck, Henry Karstens y Robert Tatum... coronan los 6.194m. del "más grande".
Ascienden por el glaciar Muldrow ¡con trineos tirados por perros!... hasta los 3.400m. ... increíble.
A partir de entonces se abre una nueva etapa en Alaska, sobretodo desde que el pequeño pueblo de Talkeetna, más cercano, se convierte en la puerta de entrada al interior de la cordillera... y los patines de la avioneta de Don Sheldon se deslizaran por los glaciares.
En 1951... Bradford Washburn, Hackett, Gale, Buchtel, Ambler, Griffiths, More y Bishop... realizan la que actualmente se considera la ruta normal del Denali... "West Buttress"... o espolón Oeste.
En 1961... se inauguró una de las rutas míticas... la "Cassin"... por Canali, Alippi, Perego, Airoldi, Zucchi y Cassin.
No podemos zanjar la historia de Alaska sin mencionar al resto de la "familia Denali".
El Monte Foraker o Sultana (5.304m.) - de nuevo nombre nativo - al que también denominan "Denali´s wife" o "mujer del Denali".
Fue ascendido por Charles Houston, T. Graham Brown y Cychele Waterston... el 6 de agosto de 1934... todavía en estilo "alaskeño" aunque algo más moderno... amerizando en un lago a 50km. del glaciar Herron.
El Monte Hunter o Begguya (4.257m.) - otra vez con los nombres - conocido como "Denali´s boy"... "chico del Denali".
Recibió visita por primera vez... el 4 de julio 1954... ya aterrizando en el glaciar Kahiltna... Fred Beckey, Henry Mehbohn y Heinrich Harrer ¡sí... sí... el austriaco de la cara norte del Eiger!, consiguen la que se considera primera ruta técnica en estilo alpino que se realizara en Alaska.
Y así fue como, de tanto leer y soñar mucho antes de iniciarme en la montaña, conseguí engañar... años después... a dos amigos para una expedición a Alaska... por supuesto en invierno.
La llamamos "Expedición Española Monte Hunter 82"... y nunca pudimos imaginar lo que nos ocurrió durante un mes de infernales tormentas.
Conocimos el frío que penetra y paraliza... -45º... y oímos hablar de -60º; nos enterramos en una cueva excavada en el glaciar de Kahiltna a 3 metros de la superficie... durante tantos días que ya no lo recuerdo; arrastramos al "hogar" a un americano con las piernas rotas y cuidamos de sus compañeros en estado lamentable; racionamos gasolina y comida... intentando ganar tiempo hasta que los Dioses abrieran los cielos y la avioneta con su fantástico ggggraaummmm... posara los patines en aquel inmenso inmaculado blanco.
También llegamos a la base del Hunter... y comprobamos las dimensiones de las avalanchas que enterraron nuestro depósito de material.
Os lo contaré en la segunda parte, pero mientras os dejo una foto del trío... al estilo Yosemite, pero cambiando protagonistas americanos por españolitos... y pared del Capitán por el Monte Hunter.
... folleto/proyecto de la expedición...